Ella se pasaba los días escribiendo mientras su alma iba apagándose. Hasta que una fría noche de invierno escribió sus últimas palabras. Con la mirada perdida y un rojo escarlata rodeándole el cuello, vertió su vida y sus versos sobre el filo de un folio.
Me encantan tus microrrelatos. ¡Dame más!
ResponderEliminarYa iré publicando más :P
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