domingo, 24 de mayo de 2015

Vertió su vida sobre el filo de un folio

Ella se pasaba los días escribiendo mientras su alma iba apagándose. Hasta que una fría noche de invierno escribió sus últimas palabras. Con la mirada perdida y un rojo escarlata rodeándole el cuello, vertió su vida y sus versos sobre el filo de un folio.

sábado, 23 de mayo de 2015

Yo soñé alguna vez...

 Yo soñé alguna vez
con estos muros gruesos
y sentí que en la caliza
se convertían mis huesos.

Yo tuve alguna vez
un poderoso cetro,
que hacía mecer las almas
con el poder de mis besos.

Mas siempre añoré el calor
de un cuerpo perfecto,
la caricia de una amapola
coronada bajo el viento.

Yo tuve a quien amar,
tal vez sólo en sueños
y despertaba en mi soledad
con la esperanza en el suelo.

Yo fui alguna vez un
pequeño cisne blanco
que asomaba el corazón
desde lo alto de un palco.

Mas ahora soy un cuervo
con las vísceras ardiendo
y mi destino está marcado
por el doliente sufrimiento.

lunes, 18 de mayo de 2015

El nuevo mundo de M.

Durante una de las muchas noches que M. pasaba en vela, le sobrevino una claridad a la mente, por fin había descubierto la verdad, su verdad. Rápida aunque torpemente agarró uno de sus manoseados lápices y buscó impaciente su libreta. La abrió y en una página aleatoria comenzó a escribir. Durante el largo tiempo que le llevó someter sus pensamientos al raído lápiz sintió calor, frío, alegría, tristeza... Era un huracán de sentimientos lo que su corazón y su mente estaban manifestando. Canalizó toda aquella energía azarosa y vertió aquellas palabras en el papel.
En él se leía:
"He encontrado una nueva forma de sangrar sin que nadie pueda advertirla, he localizado la dirección adecuada hacia donde debe dirigirse el viento. Estoy entendiendo que el sabor dulce de la mentira cura la espinosa raíz de la verdad, nada es lo que parece y todo parece tan real. Debo mantenerme firme y buscar cobijo en un lugar que no existe, alguien me guiará a través de todo el trayecto para alcanzar la meta deseada, la felicidad, aquella que está infectada de bacterias y lágrimas. Los caminos se confunden y yo los aúno para que los daños colaterales queden ocultos y pasen desapercibidos. Seré más inteligente que los demás y sobrepondré mi estrategia ante aquellos que desafíen mi vida. Memorizaré cada palabra en mi mente, analizaré las palabras oportunas y expondré un discurso mesurado y calculado, nada deberá salirse de lo correcto, todo deberá de quedar en su sitio y habré de obtener el resultado esperado o de lo contrario habré de cambiar la técnica y agudizar mi astucia.
He aprendido la forma de hacer real el falso sueño que me adormece. He descubierto nuevas maneras de entregar mi amor al acero sin perder la costumbre de la delicadeza con la que lo trabajo. Ahora entiendo más a las personas de mi entorno y sé cómo debo de actuar ante ellos. Me marco una meta, la alcanzo, marco otra, la supero y así hasta llegar al cielo, tocar a los ángeles y hacer feliz a quienes me valoran y volver a mi hogar para seguir moldeando el camino acertado que no es otro que el que habita en la memoria.
Pero ahora que ya lo sé todo, ahora que nadie podrá pararme, aprovecharé cada segundo para lograr lo que me proponga sin dejar de ser una mujer de los pies a la cabeza. Me verán bién, me querrán, sus rostros lucirán alegres ante mí y mientras, yo trabajaré duro hasta ir más allá de los límites de mi cuerpo y de mi alma, hasta alcanzar lo que la cordura no entiende, con un puñal de acero entre los dedos y una pluma con tinta de sangre entre los labios."

Súbitamente M. soltó todo lo que tenía en las manos y cayó en un profundo sueño. Vacía, nueva.

sábado, 16 de mayo de 2015

Hombre

Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.

Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.

Alzo la mano, y tú me la cercenas.
Abro los ojos: me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.

Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
Ser —y no ser— eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!


 Hombre. " Poema de Blas de Otero."

miércoles, 6 de mayo de 2015

Dulce tránsito

Dulce sabor en ti hallo
hermana de amargo tallo
caprichosa a cada noche,
doliente proximidad.

Mi dulce hogar solitario
donde reposa en la ruina
mi cruel mundo imaginario
con vistas a la maldad.

Oh tempestad cegadora,
acércate a mí sin demora,
arrastra mi vida contigo
hasta el fuego más fatal.