jueves, 13 de agosto de 2015

Perdidos

De nosotros sólo quedará
silencio, silencio.

De nuestras gargantas emanarán
lamentos, lamentos.

Y a los ojos del Señor seremos
corderos, olvido.

Se secarán los mares estancados
extraños, perdidos.

Verano

No es la luz de la mañana
cálida y envolvente
más hermosa que tu voz
en mis sueños presente.

No es el tirano que gobierna
envidiado y venerado
más poderoso que tu amor
cuando me dices te amo.

Más es tu mentira ingrata
dulce melodía
que a mis oídos parece
el sol del día.

Tú, que meloso aroma desprendes
por do quiera que vas,
dame una razón para no quererte
pues no te dejo de amar..

lunes, 10 de agosto de 2015

Les pido...

Allá va la mendiga sin tierra
que renunció a la claridad del día.
Les pido...
duérmanme los labios
arránquenme la piel
sájenme los ojos
machaquen mi corazón.
El cielo está suplicando
mi viaje al fin terminó
y los vientos están soplando
rugiendo de dolor.
Marchiten mis hojas ahora,
el aire comprimido del sol
acallará los dolores,
aquellos que nadie oyó.
Cianuro y sal para mi sangre
pronta a dejar de respirar.
Candiles para las manos rotas
que nunca más se alzarán.
Recojan mis cenizas del suelo
y arrójenlas al mar.
Que los peces pequeños
se lleven de mí el mal.
Ya asciende la luna al cielo
durante otra noche para llorar
y llenarlo todo de agujeros
y vaciarse en su soledad.

jueves, 6 de agosto de 2015

Fragmento de Abzurdah de Cielo Latini

"Siempre me entretuve con actividades que no les gustaban a otros. Supongo que por eso fui y soy solitaria (ahora menos que antes y antes más que ahora). Todo lo que siempre hice dependía exclusivamente de mí: nadaba sola, jugaba sola, bailaba frente al espejo, leía, escuchaba música en mi walkman, etc. Nunca pude compartir una actividad. Nunca necesité compartir una actividad. Supongo que prefiero hacer
las cosas sin ayuda, sola. No me gusta que me molesten, que alboroten mi concentración, que me disturben.
Aprecio más que nada mi vida interior, mi exquisito mundo privado, aquel que aunque quisiera no podría explicar. Es tan fructífero, es de tantos colores y tiene tantísimos matices que no se podría entender la dimensión ni la importancia que yace en ellos. Quisiera explicarlo. Quisiera que mi ocio tuviera sentido para la sociedad: y sin embargo soy condenada. Sé que ahora no entienden, pero ya van a entender. En algún momento mis compañeras del colegio tampoco entendían por qué cuando me decían “estás ojerosa” yo contestaba con una sonrisa cansada pero brillante. Y quizás siguen sin entenderlo; a decir verdad, me cansa tener que explicarle todo a la gente."