de tu nube de algodón,
de la hoja sombría,
de tu tibio corazón,
de la tristeza nevada,
de esta cárcel sin prisión
de mi muerte temprana,
ay niño, me faltan palabras,
y me sobra penumbra
y me riegan las sombras,
ay niño, mi alma rezuma
soledad entumecida
y una muerte dolorosa.
Ay! qué sera de mi niño blanco
sin la voz de su madre temblorosa...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Exprésate